815 Alcance de la ética como herramienta en el combate a la corrupción social en México

La corrupción es el cáncer que corroe a toda sociedad, en todo tiempo, pero no siempre y con la misma gravedad. Roma cayó porque sus instituciones, otrora robustas, se corrompieron de tal manera que los bárbaros no encontraron casi resistencia ante sus embates. Los estados modernos no son, en su composición, muy diferentes de los estados antiguos, como Grecia (ciudades estado) o Roma. Aristóteles establece los fundamentos de la ética política, desde el punto de vista jus-naturalista. Es bueno, dice él, lo que perfecciona a una naturaleza, es malo lo que la corrompe. Se produce, en este caso, una ruptura cuyos deshechos hieren a la sociedad. El ambiente se enturbia y los ciudadanos se sienten tentados o extorsionados, por el poder corrupto y corruptor.
La política tiene por objeto el bien común, pero éste se traiciona cuando, quien lo debe procurar, desvía su noble propósito para su provecho personal o de grupo. Otra causa muy importante de la corrupción (entre otras), radica en la educación que los ciudadanos reciben de sus padres, pero sobre todo de la escuela. Se ha confundido la educación con la instrucción, pero ni siquiera esta última es de calidad. Se han abandonado los valores que deben formar el carácter y la personalidad del niño y del joven, y en su lugar se ponen como ejemplos de vida a los falsos héroes, violentos casi todos ellos, sucedáneos de la autoridad de los que dirigen los destinos de la nación. Muchos padres de familia, ceden a la escuela el derecho de “educar” a sus hijos, aunque en la escuela no reciban propiamente educación.
El poder por sí mismo no corrompe. En el presente trabajo se aborda a la corrupción desde sus raíces. Solo así es posible superarla como el mal social que es.

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